El precio de venta.
Una de las razones de porqué las propiedades no se venden en el menor plazo posible está relacionada con el precio de venta del inmueble en un determinado tiempo.
El año pasado conversé con Anita, propietaria de una casa antigua en San Andrés I etapa, en la ciudad de Trujillo. Ella me compartió la necesidad de vender su inmueble de un piso, 10 metros de frontera y 240 m2 de área.
Entusiasmado con la idea de venta en esa zona no escatimé el precio que ella tenía en mente.
Me comentó de la urgencia de venta por problemas de salud y que han tomado como recurso de apoyo la casa. (Hasta ese momento no sabía del precio de promoción),
Al tener un familiar enfermo, ¡la oportunidad de venta era más que obvia! Por lo menos eso pensé.
Aunque a veces lo obvio; en la práctica es un remezón contra la pared…
La lógica del precio de venta
Anita tenía un número en la cabeza respecto al precio de venta. Ella, con cierta lógica venía recordando que por su propiedad le quisieron dar 1400 dólares por m2, cuando ella pedía 1800 dólares en el año 2012.
Por lo que era concebible que al año 2018 el precio esté por encima de los 2000 dólares por m2 como mínimo… ¿o no? me lo dijo con desafío.
Ella estuvo en Europa varios años y desde ahí controlaba las rentas que generaba la propiedad en Trujillo. Para ese año, debido a que los alquileres no cubrían su expectativa de ingresos pasivos y aunado al de la necesidad de recuperación de la salud de su familiar, decidió venderlo.
Por lo cual ha colocado un cartel en el frontis de su casa que anuncia la venta. El teléfono no ha dejado de sonar. Las inmobiliarias han sido una de sus mejores fans.
Los constructores también han tenido parte en este efímero auge de llamadas que hacía creer que la venta está muy cerca, hasta ha soñado en venderlo al día siguiente de la instalación del cartel.
Anita, llegó exclusivamente de España para la venta de su casa y me dijo que máximo se quedará 3 semanas, tiempo suficiente para vender la casa al precio que ella estima.
En la práctica, Anita se ha quedado en Trujillo 5 meses promocionando su casa, no ha tenido ninguna oferta de compra. Los que han llamado han sido para solicitar información de la propiedad y “muchas gracias por sus respuestas”.
El primer contacto con Anita
Cansada de ofrecer su propiedad a “tanto inescrupuloso”, como ella lo califica, me pregunta: ¿Porqué no se vende mi casa…?
La primera pregunta que le hice es si tiene un precio establecido y me dijo que sí.
Cuando le pregunté si había considerado algún presupuesto para darle mantenimiento a la casa como pintura, eliminación de desmonte que hay al costado del patio, retiro de objetos inservibles que hacinan el espacio; me miró como si la estuviese juzgando por las razones que no haya podido vender su casa.
Demostración del precio de venta
Lo cierto es que, le mostré una relación de propiedades que han sido vendidos en los últimos seis meses dentro de la misma urbanización e incluso uno que estaba en venta desde hace dos años en la misma cuadra donde se encontraba su casa.
Cada casa en la urbanización San Andrés I etapa en cierto modo competía con el que ella tenía, a pesar de tener precio menor y aún estaban en el mercado, no se vendía.
La recomendación
Debido a la renuencia de la propietaria de acoplarse al precio de mercado, le hice una última propuesta: ¿Por qué no le hace una tasación a su casa para que sepa el valor real de la propiedad?
Ella ha respondido negativamente. (En fin… ¡no se puede hacer más!)
Lo que debe quedar claro como en esta historia es que si nos aferramos a colocar precio a un inmueble, debería ser el que rige el mercado.
No es posible vender una propiedad por el valor que a uno le parece o por el valor que suman mis necesidades.
Anita tuvo que regresar a Europa, renovar los contratos de alquiler de dos pequeños negocios que se han establecido en su propiedad; así como el de los inquilinos de habitaciones y departamentos del predio.
El futuro de venta de la casa de Anita
En mi opinión, ella debería vender esa casa al precio que desea el año 2025 En todo caso, pulsear el mercado antes de lanzarse a la venta en ese tiempo.
Demás está decir que la casa de San Andrés fuera una de las que haya estado promocionando en venta, bastaba saber el precio para no considerarlo como opción.
Ahora prefiero decir No a una propuesta de venta que lidiar entre el tiempo de promoción y el presupuesto.
Es como decía mi madre: Es gastar pólvora en…(algo no vendible).
